Los estudiantes universitarios y de ciclos formativos que están cursando sus estudios desde la llegada al gobierno del conservador Mariano Rajoy, en diciembre del año 2011, sufren una drástica reducción de las ayudas y becas, una disminución de la cuantía total o retrasos injustificados en los pagos que ponen en peligro la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes del estado.
El ministro de Educación, José Ignacio Wert, y la secretaria de estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, están aplicando con vehemencia el mandato de Rajoy, recortando 6.000 millones en educación, poniendo en peligro el sistema estatal de becas, no solo para los estudios superiores, sino también a los ciclos medios y demás ciclos educativos como las becas para libros.
El ministro Wert pretende acabar con el trabajo de sus predecesores socialistas. Durante la dictadura fascista del general Franco, los niños ricos iban a la universidad sin problemas, pero los pobres solo podían acceder a los estudios superiores si eran captados por los jesuitas u otras órdenes religiosas como un acto de caridad cristiana o una forma de ''salvar'' a los pobres inteligentes para darles un futuro.
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| Viñeta de El Roto denunciando el clasismo del gobierno |
No es hasta la Transición y la victoria socialista de 1982 en que se empieza a construir el actual sistema de becas de la mano de ministros como José María Maravall, Javier Solana, Alfredo Pérez Rubalcaba, Gustavo Suárez o Jerónimo Saavedra. Tras la etapa de los ocho años de Aznar, el presidente Zapatero y los ministros María José San Segundo, Mercedes Cabrera y Ángel Gabilondo, consiguen madurar un modelo muy cercano a la equidad de un ''Estado social'' defendido en la Constitución de 1978: becas salarios, de transporte y material, por cambio de residencia, exención de tasas de matriculación, 150 euros por aprobar los cursos, las becas Séneca o las Erasmus.
Es cierto que el sistema socialista de becas no era del todo perfecto por los retrasos en los pagos, las cuantías relativamente bajas para las Séneca y Erasmus o los niveles de renta familiar discutibles para tiempos de crisis económica; pero era un sistema claro y que beneficiaba a los estudiantes con menores recursos. Donde, aunque no cobraras hasta los meses de febrero o marzo, podías calcular con facilidad la cuantía total de tu beca y el propio ministerio, o en el caso de Catalunya la Agència de Gestió d’Ajuts Universitaris i de Recerca (AGAUR), te informaba a finales de año.
El gobierno de Rajoy se constituye ya entrado el curso 2011-2012, no pudiendo aplicar los recortes sobre la educación pública hasta el curso 2012-2013: subida de las tasas universitarias (en algunos casos del 60% en solo dos años), no convoca al Observatorio Universitario de Becas, Ayudas al Estudio y Rendimiento Académico, mantiene congelados los fondos para becas en 250 millones de euros, mientras las solicitudes no paran de ascender, 106.262 solicitudes en el curso 2012-2013 a 131.326 en el de 2013-2014.
Se preparaba el clima para los recortes más duros que se aplicarán durante el curso actual: supresión de las becas Séneca, que permitían cursar parte de los estudios en otra universidad española fuera de tu comunidad autónoma, impagos de las becas Erasmus, lo que provoca la queja de las instituciones europeas y que al final se ha saldado con el mantenimiento del número de becarios, pero reduciendo la estancia en el extranjero, aumentando los requisitos y disminuyendo la cuantía total de dinero.
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| Campaña de l'Associació de Joves Estudiants de Catalunya (AJEC) en contra del recorte en las becas Erasmus |
Finalmente, con alevosía, en agosto de 2013 el Consejo de Ministros aprueba un decreto que desmantela el sistema de becas socialista por otro extremadamente complejo, donde se introducen nuevas variables, no solo los ingresos familiares, también el rendimiento académico y el número de becarios.
Ahora los estudiantes que hayan finalizado el bachillerato y quieran iniciar la universidad necesitaran un 5,5 de nota de la Selectividad para obtener la exención de matrícula y un 6,5 para acceder al resto de becas generales; ayudas que tendrán importe fijo (condiciones de renta y cambio de residencia) con un importe de 1.500 euros y otro variable de 1.500 euros. El sistema aún se complica más si ya se está dentro del sistema ya que se establecen criterios diversos según la rama de conocimiento: un 65% de créditos aprobados en ciencias, un 80% en ciencias de la salud y sociales y un 90% en artes y humanidades, para acceder a la exención de tasas; y para la parte variable, haber aprobado todo con un 6,5 o el 80% con una nota de 6 en el caso de las ciencias. Además, el ministerio es quien analiza cada expediente, hasta el curso 2012-2013 eran las propias universidades, con lo que los plazos se alargan y la burocracia aumenta.
Las consecuencias del nuevo sistema de becas: reducción media de la cuantía en unos 300 euros, aunque en los sectores con rentas menores, el descenso es de 1000 euros; los largos retrasos en el pago de la ayuda fija, alcanzándose casos como en Catalunya donde en el mes de junio aún muchos estudiantes no han cobrado; el desconocimiento de la cantidad final y los plazos de pago de la ayuda variable hasta que no se resuelvan los expedientes; 10.000 estudiantes sin beca por tener una nota del 5 al 5,5 en el expediente académico o se imposibilita que muchos alumnos puedan compaginar estudio y trabajo.
Y lo más importante, se introduce entre los estudiantes el criterio de rendimiento académico en el cálculo de la beca, es decir, la competencia directa entre los estudiantes para conseguir mejores notas sin tener en cuenta los conocimientos, apostando por la cantidad de la nota en vez de la calidad de lo aprendido.
Los socialistas hemos defendido, y continuamos defendiendo, un modelo educativo que promueva la igualdad de oportunidades para todos y cada uno de los estudiantes, sea cual sea su origen y el poder adquisitivo de su familia.
Es totalmente injusto que un estudiante no pueda realizar las mismas actividades que otro compañero por no saber la cuantía de su beca, si cobrará, si tendrá nota suficiente para ser becario, si rendirá mejor que su compañero o si podrá seguir estudiando.
La reforma de las becas llevada a cabo por el gobierno conservador del Partido Popular es una medida para eliminar el sistema público y limitar el acceso a los estudios a los pobres, a la clase obrera y a gran parte de la clase media empobrecida.
Este gobierno quiere ovejas, matar el pensamiento crítico, acabar con la educación pública y el Estado social. Quiere que volvamos al establo. Los socialistas no se lo vamos a permitir; no permitiremos que acaben con las becas y ayudas al estudio, que acaben con el futuro de los jóvenes.
Carles E. Luengo


